"El chino tiene más de 20.000 caracteres y no era una lengua fácil de aprender. Hasta ahora", explica ShaoLan mientras presenta su idea: "Chineasy"; uniendo China y easy (fácil).

Esta joven emprededora es licenciada en química y quiso enseñarle a sus hijos, nacidos en Gran Bretaña, su lengua materna. Pero no había caso, hasta que ideó su sistema de gráficos y dibujos.

"Así que decidí desglosar miles y miles de caracteres. Y luego los transformé en hermosas ilustraciones para que sea más fácil recordarlas", explica ShaoLan.

De esta manera permite que las personas puedan comprender a la brevedad lo básico del mandarín y  "entender literatura básica o ir a un restaurante y no comer serpientes o insectos por error".

La segunda fase del proyecto Chineasy incluye enseñar cómo se construye cada símbolo, mostrando el orden correcto de los trazos.

Como siempre las ideas surgen de las necesidades y ShaoLan Hsueh logró llevarla a la práctica.