Un ingeniero informático de formación de 36 años formó esta empresa que posee decenas de actores tras acompañar a una amiga que es madre soltera a una cita con un jardín de infantes que no permitían vacantes a hijos de familias monoparentales. Fue así que decidió que armaría un emprendimiento donde se "rentarían" personajes para satisfacer necesidades reales en vidas reales.

Según el japonés uno de los pedidos más solicitados es el de contratar "amigos" para hacer selfies y colocarlas en Instangram y demostrar así valores estéticos adecuados en esta red social. Ishii, quien explica que el precio de un actor para estos casos es de 8.000 yenes (unos 60 euros) y que su empresa recibe unos 50 encargos mensuales de este tipo. "Nosotros les ayudamos ofreciéndoles a acompañantes atractivos, con estilo y que saben posar"comentó.

Pero no todo es tan sencillo hay quienes cubren necesidades más profundas e internas que mostrarse divertidos en las redes sociales. Hay hombres y mujeres que contratan a un novio o a una novia para verlos una vez a la semana por unos 15.000 yenes (112 euros), o los que alquilan padres y madres para sus hijos en varias ocasiones al mes, a razón de 20.000 yenes la sesión (150 euros).

"En esos casos no sé si estoy actuando o son mis verdaderos sentimientos", confiesa el creador de este sistema que él mismo "hace de padre" de una niña desde hace largos años. "Hoy los padres y madres están siempre ocupados, y hay cada vez más casos de divorcios, madres solteras..." explica el japonés que agrega que su cultura y la de su país genera que los ciudadanos sean muy reservados y busquen mantener las apariencias.