Después del escándalo que se armó dentro del seno del catolicismo por el video de la Tigresa del Oriente y la travesti argentina conocida como La Pocha Leiva en los interiores de la catedral de La Plata; el conflicto continuó cuando la CHA (Comunidad Homosexual Argentina)  y la FALGBT (La Federación de lesbianas, gays, bisexuales y trans) expresaron su repudio ante los dichos de Aguer.

En diálogo radial con Eduardo Feinmann, Héctor Aguer volvió a insistir en que el video es una "blasfemia" y agregó: "Yo respeto a todas las personas pero lo ocurrió allí fue una abominación".

"No se puede accionar civilmente en la Argentina contra la profanación de los símbolos religiosos. Pero si usted no le da de comer a su mascota es posible que lo juzguen o lo condenen. Hay un desequilibrio muy grande", subrayó Aguer.

Además, volvió a expresar su pensamiento homofóbico al señalar que "desgraciadamente" vive en una país dónde "el matrimonio- al cual no debería llamarse así- igualitario es ley". Y agregó: "Yo considero que es una ley injusta, va contra el orden natural, no sólo la posición de la Iglesia".

Después de que se difundiera el video "El cuerpo de Cristo" el arzobispo platense en la misa del domingo siguiente señaló: "A causa de un descuido de la guardia, una mujer desvergonzada, vestida indecorosamente y acompañada por otro personaje que parecía mujer, entró aquí a filmar un video en el que baila y canta; se atrevió a entrar en un confesionario en son de burla, y blasfemó contra la Santísima Eucaristía, remedando la comunión y expresándose de un modo gravísimamente escandaloso". Declaraciones que desataron el repudio de gran parte de la sociedad, además la FALGBT pidió al Vaticano que sancione al arzobispo.