La Fiscalía que investiga los casos de abusos sexuales y encubrimiento de parte de sacerdotes y personas ligadas a la institución, citó a declarar como imputado al jefe de la Iglesia chilena, monseñor Ricardo Ezzati, por el presunto encubrimiento de abusos.

"Reitero mi compromiso y el de la Iglesia de Santiago con las víctimas, con la búsqueda de la verdad y con el respeto a la justicia civil. Tengo la convicción de que nunca he encubierto ni he obstruido a la Justicia, y como ciudadano cumpliré con mi deber de aportar todos los antecedentes que contribuyan a esclarecer los hechos", dijo Ezzati, arzobispo de Santiago, a través de un comunicado.

Desde que en enero el Papa visitó Chile y con su decisión de limpiar la jerarquía, el Ministerio Público ha allanado oficinas de la Iglesia, tomó la determinación de solicitar al Vaticano los antecedentes que recogieron hace algunos meses los enviados especiales sobre abusos sexuales. 

Semanas atrás uno de los más influyentes sacerdotes, Óscar Muñoz, fue encarcelado por abusos sexuales contra menores y estupro. Era parte de la jerarquía y estrecho colaborador de Ezzati. Los delitos que cometió Muñoz contra niños y adolescentes, tres de ellos sobrinos directos suyos, se habrían producido entre 2002 y marzo de 2018.

El líder de la Iglesia chilena, sin embargo, no los denunció a la justicia civil. Fue la Fiscalía la que abrió la investigación mediante oficio recién en mayo. 

Actualmente, según el informe de la Fiscalía, son 37 causas las que se encuentran abiertas a nivel nacional y 68 personas investigadas: 36 son clérigos, tres obispos, 31 sacerdotes y dos diáconos, 22 pertenecen a órdenes o congregaciones sin ser clérigos, ocho son laicos, profesores o líderes de algún grupo espiritual y en dos casos aún no se logra determinar su vínculo con la institución.

Los 37 casos vigentes involucran a 104 víctimas y de esas 52 eran menores de edad al momento de los hechos, nueve adultos y el resto aún no se determinó.