Las Abuelas de Plaza de Mayo manifestaron su preocupación "por la integridad física de nuestros nietos y nuestras nietas" en una conferencia de prensa que realizaron el lunes por la tarde donde advirtieron sobre los peligros que podría generar el otorgamiento del beneficio de prisión domiciliaria para los genocidas y apropiadores condenados por delitos comentidos durante la última dictadura.

En ese sentido, Estela Carlotto expresó: "Exigimos que nuestros nietos y nietas puedan vivir finalmente en libertad". Este fin de semana, Guillermo Pérez Roisinblit, nieto restituido en el año 2000, hizo conocer a través de su cuenta de Twitter el miedo que comenzó a tener ante la posibilidad de que su apropiador, Francisco Gómez, aparezca por su casa luego de haberlo amenazado de muerte una vez que lo visitó en la cárcel.

La abuela de Guillermo, Rosa Roisinblit, también presente en la conferencia de prensa, afirmó: "Aquel que cometió un delito tiene que cumplir con su condena". Y completó: "No hay libertad para quienes cometieron delitos de lesa humanidad".

"Esta sensación de indefensión que padecen nietas y nietos restituidos se reitera cada vez que quienes cometieron el delito de apropiarlos, secuestrarlos y asesinar a sus padres cuentan con el beneficio de volver a sus casas sin haber completado sus condenas en la cárcel", explicaron las Abuelas en un comunicado que se difundió luego.

"Como es sabido, los controles de las prisiones domiciliarias son casi nulos y, en muchos casos, estos criminales ya han violado ese beneficio en otras oportunidades", advirtieron.