La escritora Claudia Piñeiro le habló directamente a los senadores, presentes y ausentes, puntualmente para pedirles que legislen pensando en las generaciones actuales y futuras que son los que se verán afectados por las decisiones legislativas de hoy, poniéndose como ejemplo de la parte de la sociedad que ya no está en condiciones de engendrar vida.

El reclamo busca abrir los ojos de aquellos que legislan sólo por sus propias convicciones, sin pensar en el efecto que sus votos tendrán sobre la ciudadanía, o peor aún, que se rigen por normas morales pre existentes.

La guionista también apuntó contra el bloque radical en la cámara alta, por ser la fuerza política que menos voluntades aportará en cuento a votos positivos. En especial, Piñeiro reveló que mantuvo reuniones con los jóvenes radicales quienes están en un claro desacuerdo y reprueban a sus representantes en el Congreso.

Al momento de las preguntas, la senadora riojana Inés Brizuela lejos de sumar sustancia al debate se preocupó por defender el nombre de la UCR -"con el radicalismo corriendo en mis venas toda la vida"- aunque sin argumentos sólidos apenas pronunció frases vacías. 

Sin embargo, desde el estrado Piñeiro le reclamó con vehemencia cómo piensan hacer frente a la continuidad de los abortos clandestinos, que ponen en riesgo a miles de mujeres sin recursos incluso muchas veces obligadas a ser madres contra su voluntad.