Se llamaba Liliana Herrera, tenía 22 años, dos hijos y murió en el hospital por un aborto clandestino. La mujer llegó el viernes a la guardia del hospital regional desde el pueblo Las Lomitas, del departamento de Loreto, con un cuadro de infección generalizada luego de realizarse un aborto.

En el marco del debate y a dos días de que se defina la ley del aborto legal, seguro y gratuito, la noticia de la muerte de Herrera llega como una clara muestra de que el aborto clandestino mata. 

"Le hicieron una histerectomía (extracción del útero). En el quirófano sufrió varios paros cardiorespiratorios y la pasaron a terapia intensiva, donde murió anoche", contó Teresa Santillán al diario La Nación, médica de una unidad primaria de atención de Santiago del Estero e integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Uno de los reclamos para aprobar la ley es que las mujeres que mueren son aquellas que lo practican en condiciones insalubres, mientras que otro sector puede hacerlo hasta en clínicas privadas que los realizan a elevados precios.

Cabe destacar que los tres senadores nacionales de Santiago del Estero expresaron que votarán en contra del proyecto para legalizar el aborto que se votará el próximo 8 de agosto.