Según un estudio de la Universidad Purdue publicada en la revista Nature Human Behavior, el vínculo entre el dinero y la felicidad influye en el estado de ánimo de las personas. 

Para saber cuánto dinero se necesita para ser feliz, se usaron datos de la Gallup World Poll, con una encuesta a más de 1,7 millones de personas de 164 países diferentes. Según la revista Times los ingresos óptimos para lograr el bienestar emocional se sitúan en un intervalo de ingresos anuales de entre u$s60.000 y u$s75.000 por persona. América Latina está por debajo del promedio con u$s35.000 anuales por persona.

Pero la lógica frena cuando el dinero el mucho y la felicidad, para sorpresa de muchos y muchas, empieza a recaer. Una cifra superior, que se acerque a los u$s95.000, puede convertirse en algo negativo. Es que si se gana más de esos valores por año, será un dolor de cabeza. Según detalla el informe, "puede aparecer la insatisfacción material o tender a comparaciones con estratos superiores en los que se sale perdiendo. Cuanto más se tiene, más se aumenta el nivel de vida, acostumbrándose uno a un nivel de vida que obliga a mantener el nivel de ingresos", agrega el estudio.

En regiones como Europa occidental, Norteamérica o el este de Asia, los ciudadanos necesitan más ingresos para lograr su estabilidad emocional porque el costo de vida es más elevado y porque suelen ser más exigentes. Mientras América Latina está en los u$s35.000, se cuadruplica en Australia o Nueva Zelanda con u$s125.000 anuales.

En resumen, en nuestro país, estamos hablando de un ingreso mensual de u$s2.900, o sea, $59.400 de ingreso por persona. No hace falta ni decir que es un número muy por encima del sueldo promedio que ronda entre los $20.000 y $25.000 y ni hablar del ingreso mínimo vital y móvil que hoy se sitúa en $9.500.