Ocurrió en Lomas de Zamora, donde este cortejo se convirtió en una caravana delictiva. 

Cuando los amigos de este joven llegaron al cementerio comenzaron a robarle a todo el mundo. 

Testigos comentaron que robaron motos a gente que visitaba familiares fallecidos, o placas de bronce. 

Ante los llamados al 911 la policía tuvo que intervenir para evitar que continúen los robos.