Después de ser pospuesto en tres oportunidades, el proyecto de reforma del Código Civil llegó al Congreso este lunes y con un marcado objetivo punitivista propone un cambio en materia de la Interrupción Legal del Embarazo, que lejos de conseguir adhesiones continúa alzando el rechazo en ambos sectores de la militancia.

Mientras los pro vida se quejan de la fecha elegida -25 de marzo es el Día del Niño por Nacer- varios representantes de la lucha por la legalización del aborto consideraron que la salida propuesta a la problemática de miles de mujeres que por distintas circunstancias deciden interrumpir su embarazo, mantiene el poder en la decisión fuera del ámbito personal de la persona gestante.

"El proyecto introduce una modificación central respecto de la mujer que cause su propio aborto o consienta en que otro se lo cause para los supuestos de aborto punible, ya que se prevé la posibilidad de que el juez exima de pena a la mujer (no tendrá ninguna sanción penal)”, había manifestado a Infobae Mariano Borinsky, juez de la Cámara Federal de Casación Penal y presidente de la comisión de expertos que trabajó durante más de un año en el nuevo Código.

Al respecto, activistas del pañuelo verde como la escritora Claudia Piñeiro bajaron a tierra lo que significa este nuevo artículo, dejando claro que el hecho de que sea un juez el que aprueba o no los motivos que pueda aportar una mujer que decidió abortar, es de una aplicación muy peligrosa. De hecho, Piñeiro sugiere que la "exención de pena" debiera ser el camino más positivo hasta lograr la sanción de una ley definitiva.

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