Un saldo de diez pasajeros heridos, equipaje de mano abierto, bandejas y vasos derramados;  sumado a la angustia y terror de todos los que estaban en el vuelo del Airbus A330 en ruta a Filadelfia que entró en zona de turbulencias extremas sin previo aviso.

El capitán aseguró que fue "inesperado" el grado de violencia con el que tuvieron que enfrentarse. Tres pasajeros y siete tripulantes fueron hospitalizados al bajar del avión en Estados Unidos aunque ya todos fueron dados de alta. 

Según informó la televisión local de Filadelfia WPVI  a bordo de la aeronave había un total de 287 pasajeros y 12 tripulantes. La compañía aseguró- más allá de las disculpas- que estaba puesto el alerta de abrocharse el cinturón de seguridad.