Frank Fabra fue víctima de una broma por parte de su novia, la modelo Tatiana Gómez, quien se acercó al jugador de Boca y de la Selección colombiana bailando con su ropa invertida mientras este jugaba a la Play Station.

El colombiano soltó una sonrisa al ver la payasesca danza de su pareja aunque, como buen profesional, en ningún momento perdió la concentración del videojuego.