Lo que se ve en el corto publicitario refleja situaciones cotidianas en las que todos nos vemos reflejados, por ser testigos, por protagonizarlas y también por haber sido víctimas.

Actitudes machistas como el acoso, la agresividad sexual, el bullying a lo distinto, haciendo foco sobre todo en cómo los niños varones se forman bajo esos conceptos y radicando allí la raíz de la problemática de la violencia de género.

La reacción inmediata en las redes sociales mostró la habitual resistencia a admitir que el hecho de que sean actitudes repetidas por siglos y mantenidas bajo una especie de pacto de masculinidad tácito, no significan que sean dignas.

En el canal oficial de YouTube de Gillette, el video alcanzaba casi 17 millones de reproducciones en tres días: 400 mil reacciones negativas contra 113 mil positivas.