Viva la Vulva es el título de la campaña que lanzó algunos meses atrás, la marca sueca de toallitas femeninas Libresse. La representación de la vagina, cantando en sus diversas formas, tamaños, texturas y miradas, irrumpe como un llamado para empoderar a las mujeres con la música de Camille Yarbrough y una gran canción de 1975,"Take Yo’ Praise".

La directora Kim Gehrig -recientemente publicó otro gran corto sobre la masculinidad tóxica, para Gillette- reveló que el disparador para convencer a los dueños de la marca para la realización de este comercial fue la premisa "sincro de labios vaginales", según le contó al sitio It´sNiceThat.

Uno de los grandes momentos del divertido corto es un gran silencio mientras se ve un zoom en la zona púbica de las clásicas muñecas "Barbie", cuyos fabricantes evitan reflejar los órganos sexuales, dejando al descubierto la complicidad patriarcal del discurso sobre esa carencia femenina, el cuentito de que los varones tienen algo que las mujeres no.

Este nuevo paradigma también deja atrás aquella estandarizada manera de reflejar el fluido femenino de color azul en las publicidades televisivas, tal y como si fuera una especie de "sangre de princesas".