Tal y como informan desde su campaña, los trabajadores del Hospital Alejandro Posadas en el partido de Morón vienen sufriendo persecución por partte de las autoridades, despidos, amedrentamiento y el sostenimiento de la precarización laboral: de 1400 profesionales, apenas 280 son de planta permanente y el resto son contratos transitorios desde 1993.

En enero hubo una tanda de 120 despidos, recientemente hubo otros 50 y ya suman 600 las bajas en internación clínica, enfermería -por oponerse a la ampliación horaria- y afectaron incluso a la única pediatra que hacía estudios funcionales en gastroentorología, al único traumatólogo de columna además de especialistas en patología vesicular. 

Muchos de los despedidos mantienen protestas y luchas gremiales, pero algunos otros tuvieron que crear un kiosko de bebidas y alimentos dentro del hospital, para sobrevivir al cruel ajuste.