Mauricio Macri y Juliana Awada, según contaron allegados,  el plan, por el momento, es trasladarlas a un depósito hasta que se decidan por una casa. Las búsquedas inmobiliarias se están concentrando en estos días en la zona de Acassuso y Martínez, comentaron estrechos colaboradores del Presidente.

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Los asesores presidenciales no descartaron que por algunos días, Macri, su esposa y su hija Antonia se recluyan en la quinta Los Abrojos, donde suelen descansar los fines de semana. El lujoso departamento que tenía el Presidente en Avenida del Libertador y Cavia fue vendido en los últimos meses, luego de que de allí se mudara su inquilino, el titular de la Agencia Federal de Inteligencia, Gustavo Arribas.

En momentos de extrema calma y escasa actividad en los pasillos oficiales, quien trabaja más activamente en la coordinación de la mudanza de Olivos es la primera dama, Juliana Awada. Fue ella la que, al inicio de la gestión, se ocupó de ambientar y acondicionar a la quinta presidencial.

En aquel entonces, había organizado a jardineros, pintores, plomeros y hasta una ambientadora para darle "calor de hogar" a la residencia que había dejado Cristina Kirchner.

A mediano plazo, Macri también pretende instalar una oficina que le funcione como comando de operaciones para mantenerse activo en la arena pública cuando quede en el llano y poder proyectarse políticamente tanto en la escena nacional como hacia el exterior del país. Los colaboradores del Presidente aseguraron que el espacio no está definido, pero algunos en Pro hablan de un edificio cerca de Libertador y General Paz, que sea accesible desde su nuevo hogar.

Todo decantará recién el año que viene, luego de que el Presidente -y sus colaboradores- se tomen un descanso en familia.