El nieto de Oscar juega mientras come algo y los hace, obvio, como un juego. Pero su abuelo no es de los que se dejan ganar fácilmente ni aunque sea con su nieto.

El juego es de lucha y cada uno maneja a uno de los muñecos que contiene un globo. El globo que se pincha primero pierde. Lejos de disfrutar el instante de juego con su nieto, a Oscar se lo puede ver claramente decepcionado por no haberle podido ganar.