El humorista Martin Rechimuzzi se puso en la piel de la Ministra de Seguridad para pedirle perdón al narco-estado holandés después de sus dichos en su afán por argumentar contra la despenalización de la tenencia de drogas.

Para ello, probó un bocado de la comida tradicional, aunque nunca espero que el efecto le provocara un mal viaje que la llevó a recordar viejos tiempos.