El tipo es un diplomático de carrera. Fue embajador argentino ante la Unión Europea, Estados Unidos, Brasil y la República Popular China pero se comió una ridícula fake news que reprodujo en sus redes sociales.

Nadie con dos dedos de frente puede creer que Máximo Kirchner hiciera una declaración semejante poniendo en duda la enfermedad de Abigail pero al exembajador no sólo le pasó sino que advertido de que no era cierto le pidió explicaciones al diputado.

Finalmente se dio por vencido y tuvo que reconocer su error y pedir disculpas. Total, algo quedará.