Llama mucho la atención -o quizá no tanto- reconocer entre varios de los perfiles que siguen al jefe de Gabinete Marcos Peña, incluso algunos que se autoadjudican compartir su pensamiento, personas que ataquen el logro que significa para la sociedad el reconocimiento de la identidad robada de una persona.

Esta semana se anunció la restitución de la nieta 126, Adriana Cosentino, y el funcionario tuiteó celebrando la noticia. Pero entre sus seguidores pocos se pusieron contentos. Su saludo despertó críticas injustificadas, reinvindicaciones a los militares y el aliento de la desconfianza.