El proyecto de Alberto Samid, vicepresidente del Mercado Central, lleva el lema “Hay otro camino. Del productor al consumidor” y se trata de la instalación de sucursales del Mercado Central en todo el país, para evitar a los intermediarios. No obstante el “Rey de la Lonja” explica que es difícil ya que se enfrenta a diversos intereses en juego: “A la tercera apretada, lo que le parecía magnífico al intendente ya no va, arruga”.
Tras la inauguración el 6 de marzo de una sucursal del Mercado Central en Cañuelas Samid relata que fue visitado por “más de 10 mil personas”. “Los precios son del siglo pasado: pan $10 pesos el kilo, facturas $15 la docena, picada común $15, azúcar $6, yerba $10. En nuestro país, la fruta y la verdura pasaron a ser bienes de lujo. Nosotros la tenemos toda a menos de $10 el kilo, lechuga $10, calamares $15 el kilogramo”, explica.
Samid explica que la clave de los precios del  Central es que “los mismos productores le venden al consumidor final”, mientras que “los supermercados compran la mercadería y le aplican un 200% como mínimo. Hasta llegan a un 900% de rentabilidad”.
Teniendo en cuenta que un relevamiento provincial indicó que la ciudad de La Plata era uno de los lugares más caros, el gobernador Daniel Scioli pidió que se inaugure un local del Mercado Central. No obstante Samid cuenta que surgen “inconvenientes con los propios intendentes en las zonas”.
“Los voy a ver para decirles que me interesa poner un Mercado Central y lo primero que me dicen es que les parece magnífico, extraordinario. Cuando empezamos a construir, rápidamente se enteran los comercios cercanos. A la tercera apretada, lo que le parecía magnífico al intendente ya no va, arruga. Es muy difícil”, narra el carnicero.
Samid además rescata que “el Mercado Central posibilita que los pequeños productores entren en la mercantilización” ya que se los pone “en regla para que puedan comerciar. Trabajo que no se toman los supermercados”.
El proyecto de extensión del Central cuenta con apoyo del gobierno de Nación, la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal. “Jorge Capitanich, junto a Ricardo Echegaray, tienen intenciones de que el proyecto se realice y, por supuesto, también está el gobernador Scioli, que avala y respalda la iniciativa. Sin el apoyo de los tres, no lo hubiera podido hacer”, sostiene Samid.
En relación a la posibilidad de abrir una sucursal en la Ciudad de Buenos Aires advierte que “se está evaluando, pero necesitamos la colaboración de todos”. “Ya bastantes piedras tengo para estar solo. El que quiera un mercado que venga y se ponga a trabajar a mi lado, para que sea factible. Todavía no hemos tenido una conversación con el macrismo”, reveló.
Para Samid la forma de terminar con la inflación es “poniendo sucursales del Mercado Central por todo el país, para que no haya intermediarios y sean los propios productores quienes vendan sus productos a los consumidores”.
En relación al programa de “Precios Cuidados” manifiesta que “es muy difícil pelear con los hipermercados” porque “mienten mucho”. “Son los que generan subas junto a los bancos, las prepagas y los colegios privados. Hay que eliminarlos de la comercialización de la canasta básica y de los alimentos. Acá tenemos que tratar, una vez por todas, de que el mismo productor tenga un escenario y que venda directamente el producto al consumidor final”, concluyó.

El proyecto de Alberto Samid, vicepresidente del Mercado Central, lleva el lema “Hay otro camino. Del productor al consumidor” y se trata de la instalación de sucursales del Mercado Central en todo el país, para evitar a los intermediarios.

No obstante el “Rey de la Lonja” explica que es difícil ya que se enfrenta a diversos intereses en juego: “A la tercera apretada, lo que le parecía magnífico al intendente ya no va, arruga”.

Tras la inauguración el 6 de marzo de una sucursal del Mercado Central en Cañuelas Samid relata que fue visitado por “más de 10 mil personas”. “Los precios son del siglo pasado: pan $10 pesos el kilo, facturas $15 la docena, picada común $15, azúcar $6, yerba $10. En nuestro país, la fruta y la verdura pasaron a ser bienes de lujo. Nosotros la tenemos toda a menos de $10 el kilo, lechuga $10, calamares $15 el kilogramo”, explica.

Samid sostiene que la clave de los precios del  Central es que “los mismos productores le venden al consumidor final”, mientras que “los supermercados compran la mercadería y le aplican un 200% como mínimo. Hasta llegan a un 900% de rentabilidad”.

Teniendo en cuenta que un relevamiento provincial indicó que la ciudad de La Plata era uno de los lugares más caros, el gobernador Daniel Scioli pidió que se inaugure allí una sede del Central. No obstante Samid cuenta que surgen “inconvenientes con los propios intendentes en las zonas”.

“Los voy a ver para decirles que me interesa poner un Mercado Central y lo primero que me dicen es que les parece magnífico, extraordinario. Cuando empezamos a construir, rápidamente se enteran los comercios cercanos. A la tercera apretada, lo que le parecía magnífico al intendente ya no va, arruga. Es muy difícil”, narra el carnicero.

Samid además rescata que el proyecto “posibilita que los pequeños productores entren en la mercantilización” ya que se los pone “en regla para que puedan comerciar. Trabajo que no se toman los supermercados”. Cuenta con apoyo del gobierno de Nación, la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal: "Sin el apoyo de los tres, no lo hubiera podido hacer”.

En relación a la posibilidad de abrir una sucursal en la Ciudad de Buenos Aires advierte que “se está evaluando, pero necesitamos la colaboración de todos”. “Ya bastantes piedras tengo para estar solo. El que quiera un mercado que venga y se ponga a trabajar a mi lado, para que sea factible. Todavía no hemos tenido una conversación con el macrismo”, reveló.

Para Samid la forma de terminar con la inflación es “poniendo sucursales del Mercado Central por todo el país, para que no haya intermediarios y sean los propios productores quienes vendan sus productos a los consumidores”.

En relación al programa de “Precios Cuidados” manifiesta que “es muy difícil pelear con los hipermercados” porque “mienten mucho”. “Son los que generan subas junto a los bancos, las prepagas y los colegios privados. Hay que eliminarlos de la comercialización de la canasta básica y de los alimentos. Acá tenemos que tratar, una vez por todas, de que el mismo productor tenga un escenario y que venda directamente el producto al consumidor final”, concluyó.