YPF da de baja 33 equipos petroleros que operaban en la cuenca neuquina y en el sur de la provincia de Mendoza, con la excusa de que es "insostenible" mantener el equipamiento con el actual "nivel de costos".

Estas palabras fueron pronunciadas por fuentes de la empresa a La Mañana de Neuquén, quienes explicaron que el bajo precio del barril de petróleo hace que no se optimicen recursos, justamente, cuando deberían hacerse más competitivos.

Por ello, unas 1700 personas se quedarían sin trabajo, a pesar que desde el Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa expresaron que no permitirán "ningún despido" y que comenzarán las medidas de fuerza.

La situación es complicada. Guillermo Pereyra, secretario general del sindicato, responsabilizó al Estado Nacional por no "controlar como debía hacerlo", mientras el personal cesanteado comenzó a ser notificado por las empresas contratadas de la petrolera.

De los 31 equipos que se bajan, diez son de perforación, otros 16 de workover y cinco de pulling. A pesar de que la empresa preparó un preventivo de crisis a principio de año, y que achicó drásticamente los salarios de unos 2.000 empleados, parece que el peor final es irreversible.