Más allá de que ya parece que al periodista le gusta quedar en ridículo lo que está haciendo no sólo atenta contra la Salud Pública sino también contra su profesión.

Un periodista que se precie no puede hacer una afirmación como que las vacunas se vencen cuando ya fueron aplicadas. Puede que con el tiempo vayan bajando la efectividad pero de ninguna manera se vencen.

Pero a la pavada del tuit en el que afirmaba que si se vencían, Wiñazki fue a buscar a alguien que lo secundara pero se cruzó con alguien que sabe y otra vez quedó tecleando.