Todo no puede ser. O es un hackeo o los chats son inventados, ese es el riesgo de poner muchas excusas al mismo tiempo, dejan de ser creíbles.

Waldo Wolff fue a A24 con la idea de que la entrevista con Esteban Trebucq iba a ser en un territorio amigable, donde no habría repreguntas picantes ni planteos complicados.

Lo que no se imaginó es que el que se iba a meter en un problema es él mismo, al trabarse con las supuestas razones que deberían justificar la inocencia de Marcelo D'Alessandro.