Viviana Canosa sabe ser irritante. Lo hace adrede y a veces sin quererlo. Pablo Caruso está puesto en la mesa para perder, para ser el único que defiende al Gobierno frente a la andanada de sus compañeros de programa.

Ya es difícil discutir en soledad contra varios, más aún hacerlo contra la conductora que tiene la potestad de darte o quitarte la palabra.

Pero aún así Caruso se las ingenió para dejarla en evidencia.