El debate es similar al que se sostiene con cualquier negacionista. No hay modo de acordar con quien no mantiene ni las reglas básicas del entendimiento, la ciencia, el sentido humano.

Entonces bajarle el precio a la segunda ola de la pandemia parece una posición, cuando no está sustentada en la estadística o una revelación científica sino en otra escala de valores donde la presencialidad en la escuela está por encima de la vida.

Paulo Vilouta no pudo aguantarse al ver como Noriega y Carolina Losada cerraban los ojos ante el estallido de contagios y las muertes que acarrean.