El anuncio de María Eugenia Vidal de no separar la elección provincial de la nacional tiene su consecuencia inmediata en cómo ven los intendentes bonaerenses el acto eleccionario de octubre: los peronistas con renovado optimismo y los macristas con agudo pesimismo.

Así lo revela un artículo de La Nación, al señalar que los jefes comunales de Cambiemos en el área metropolitana impulsaban el desdoblamiento de las elecciones para atarse a la boleta de Vidal y no a la de Macri. Los peronistas, por el contrario, querían a ambos en la misma boleta para hacerles correr idéntica suerte.

"¿Qué cómo cayó la noticia? Cayó... Los intendentes sabían que la decisión final era de Macri y que Vidal iba a ser orgánica con la decisión presidencial. Los intendentes van a acompañar y trabajar para que ambos logren la reelección", indicaron al citado diario allegados a un jefe comunal macrista del conurbano.

Desde abajo, la presión hacia Vidal venía de referentes como Jorge Macri (Vicente López), Néstor Grindetti (Lanús), Ramiro Tagliaferro (Morón), Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Nicolás Ducoté (Pilar) y Martiniano Molina (Quilmes). Intendentes que, sin embargo, saben que no pueden sacar los pies del plato.