María Eugenia Vidal viajó a Mar del Plata para apoyar la campaña de su candidato municipal en Gral. Pueyrredón, el exministro Guillermo Montenegro. A diferencia de sus delfines en el conurbano, la gobernadora cree que el actual diputado nacional tiene alguna posibilidad de triunfo en la Perla del Atlántico.

Viajó el jueves y, según trascendidos, se quedaría cerca de las playas hasta nuevo aviso, posiblemente hasta el sábado a la mañana, mientras su candidato presidencial, Mauricio Macri, recorre territorio bonaerense para tratar de remontar lo que parece irremontable.

En efecto, el Presidente de la Nación eligió recorrer obras de la Ruta 8 pero su gobernadora eligió eludir su compañía con la excusa del viaje a Marpla. Pero los trascendidos indican que lo hizo para eludir la compañía de quien sigue considerando un salvavidas de plomo.

Sin embargo, las presiones que sufre Vidal son muchas y muy fuertes. Por esa razón está previsto que recién la semana próxima se muestre junto a Macri luego de más de un mes de desencuentros: la última vez que compartieron un acto público fue el 8 de agosto en Vicente López.

El intermediario para lograr el reencuentro habría sido el flamante ministro Hernán Lacunza, quien habría convencido a la mandataria bonaerense –su exjefa– para que comparta un nuevo acto la semana que viene, cuando ambos inaugurarán obras bonaerenses financiadas por Nación.