Dicen que son pasantías formativas en idiomas que los jóvenes van a esas empresas a aprender idiomas, a ganar capacidades, pero, al final todo resume al más precariedad laboral y encima situaciones de acoso.

Estudiantes de escuelas tomadas denunciaron que los jóvenes que fueron a algunos hoteles a realizar pasantías se encontraron con situaciones por demás incómodas. Uno de los casos más llamativos es que, si bien les habían prometido un “intercambio” en idiomas para mejorar la calidad del conocimiento en inglés y otras lenguas, al final los pusieron a lavar platos del hotel. 

El problema no es la tarea en sí que realizan, nada tiene de degradante lavar platos, sino que lo que el hotel está haciendo es ahorrar pagar mano de obra en blanco y lo reemplazan por jóvenes precarizados.

Pero lo peor es que el hotel tampoco se encargó de velar por la seguridad de los chicos. Algunas jóvenes sufrieron acoso de parte de los clientes.