Cuando no tengas nada para pegarle al Gobierno, inventá. Esa parece ser la premisa de Clarín que aprovecha todos los resquicios para inocular odio en su intento de desgastar a la administración del presidente Alberto Fernández.

En su estilo de 'periodismo de guerra', como bien definiera Julio Blank, se anima a publicar una nota en la que se arroga la potestad sobre el pensamiento de los seguidores de la vicepresidenta.