"Todos somos Vicentín", salió a decir la derecha nacional en una marcha que, a la postre, ponía en riesgo la cuarentena y el distanciamiento social. Resulta que la empresa emblema de los caceroleros, además de endeudarse con el Banco Nación sin ningún tipo de control, también hacía facturas truchas para estafar a la AFIP. 

La denuncia es "por aprovechamiento indebido de beneficios fiscales" y fue presentado por la AFIP ante el Juzgado Federal de Reconquista.

"La maniobra fraudulenta fue detectada durante una fiscalización realizada por la AFIP sobre los reintegros de IVA por exportaciones de granos que fueron solicitados por Vicentin entre 2016 y 2019", explicó el organismo en un comunicado.