Laje y Rabanal entrevistan a los funcionarios con un tono cansado, como pidiendo soluciones rápidas para problemas de largo alcance. Y cuando las respuestas no van por el camino que esperan ponen cara de fastidio.

Es que el camino que recorren tiene todos los tópicos del discurso de la derecha -apertura de comercio, propiedad privada, relajamiento de los controles de la pandemia- y no creen en soluciones heterodoxas.

El ministro de Educación Nicolás Trotta quiso endulzarles el oído y les prometió un regreso a las clases, pero en seguida tuvo que advertir que va a depender de lo que ocurra con la pandemia.