“Nos estafaron”, afirmó un trabajador de la finca del diputado Alfredo Olmedo, que –según la denuncia– mantiene a sus cosecheros bajo un régimen de semiesclavitud: no les paga o les paga poco y les vende los alimentos a precio de oro.

Un numeroso grupo de trabajadores denunció a medios  provinciales que a pesar de que trabajan doce horas diarias, lo máximo que ganan son 300 pesos mientras que para comer deben desembolsar 600.