El periodista militante del Grupo Clarín quiso emular a su jefe en el programa de los domingos a la noche. Y lo que Lanata hace con la experiencia de tantos años de televisión, a Wiñazki le queda incómodo, como si bailara sin tener ritmo.

El supuesto pase de striptease que intentó realizar fue, en el mejor de los casos, penoso.