Emilio Basavilbaso puso las cosas en su lugar en lo que respecta a las intenciones del Gobierno con relación a las jubilaciones: prometió “revisar el sistema jubilatorio argentino” en un plazo de “tres años”, para “analizar todo el sistema”.

Pero el titular de la Anses fue más allá al adelantar su opinión y, por extensión, la del conjunto del macrismo: que el sistema sea “voluntario” como en “algún país”, dijo. Es decir: que la edad como trabajador activo no tenga límite.

Pero tampoco dejó en claro si esa “reforma integral” también apunta, como es de suponer viniendo del macrismo, a cambiar el modo de realizar aportes de cada trabajador, que también podría ser “voluntario”.

Un sistema que, en manos de gerentes y gerenciadores, se orienta a un sistema privatizado de jubilaciones y pensiones, como las descartadas (pero añoradas por los funcionarios de Macri) y tristemente célebres Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP).