“Cada presidente tiene un tiempo limitado para los discursos ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) y, en este momento, priorizó otros temas”, explicó el canciller ante ciertas críticas que indicaron que la Presidenta esta vez no habló en la ONU del reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas.

Timerman destacó que “nadie puede dudar del compromiso” que la mandataria tiene “con el tema Malvinas”. Así desestimó las críticas de los mismos que durante los últimos siete años relativizaron las ponencias de la jefa de Estado sobre la causa de las islas.

Sin embargo, sostuvo que, en su tiempo de exposición ante los líderes de la comunidad internacional en el ámbito de la ONU, “no puede mencionar todos los temas”, con lo cual “priorizó lo que priorizó”.

No obstante, en declaraciones formuladas esta mañana a radio Nacional, el canciller Timerman insistió en que “a nadie le quedan dudas” del “compromiso” de la Presidenta “con Malvinas”.

El ministro de Relaciones Exteriores destacó el pedido de colaboración que dirigió la Presidenta a los Estados Unidos en el marco de la causa que investiga el atentado contra la Amia, ocurrido en Buenos Aires el 18 de julio de 1994, para la ubicación del exespía Antonio “Jaime” Stiuso.

En este sentido, Timerman indicó que el supuesto es que, “por algún motivo”, los EE.UU. “están protegiendo” al exdirector de Operaciones de la SIDE, sobre quien pesa un pedido de captura internacional.

En este marco, insistió que, para la Argentina, es “obvio” que Stiuso “era un colaborador, un agente o una especie de socio de los servicios secretos de los EE.UU.” para el “intercambio de información o las operaciones conjuntas”.

“Lo último que suponemos es que está en la Florida, en los Estados Unidos” y, a esta altura, “después de varios meses, como turista no puede estar”, con lo cual lo que le está pidiendo el Poder Ejecutivo argentino al estadounidense es “cooperación para saber si está en el país, en qué carácter está y por qué”.

El canciller volvió a defender el Memorándum de Entendimiento con Irán sellado por la Argentina al plantear que se trataba de una “controversia” que había que “solucionarla de alguna manera”. “Si ellos (por Irán) no extraditan y nosotros no juzgamos en ausencia, hay que solucionarlo de alguna manera. Podemos pasar la vida haciendo actos o denunciando, pero eso no va a cambiar nada la situación”, planteó Timerman en la entrevista.

En ese contexto, sostuvo que, como “las dos leyes no se pueden cumplir al mismo tiempo” -en referencia a la legislación iraní que impide extraditar y la Argentina que impide juzgar en ausencia-, y “EE.UU. ya estaba negociando con Irán”, el gobierno argentino entendió que podía hacer “algo más simple como un acuerdo de cooperación judicial” con Teherán.

Y concluyó: “Ahí los demonios se desataron, y las agencias secretas de otros países y la nuestra también, difamaron, boicotearon, y generaron campañas muy agresivas para evitar que llegáramos a un acuerdo”.