Subtes: mil pesos por habitante
Esa es la cifra que cada ciudadano porteño le tributa al Gobierno local por año para obras de infraestructura de los subtes. Estos datos surgen de lo recaudado por el "Fondo Permanente para la Ampliación de la Red de Subterráneos".
Este fondo fue creado por ley y de una u otra forma pagan casi todos los habitantes de la Ciudad ya que se encuentra presente en distintas contribuciones que los ciudadanos tributan al Gobierno porteño.
Está conformado por la contribución territorial por "cercanía", que pagan en la tasa de ABL todos aquellos habitantes que viven en un radio de 400 metros de alguna estación del subte, que es un 2,4% sobre el total del impuesto.
Además, lo integran un 10% del total de lo recaudado por el impuesto a los automotores (patentes); el 0,03% de la contribución por "mejoras" que pagan los propietarios de inmuebles comprendidos dentro de la zona influencia antes mencionada; y el 5% de la facturación de Autopistas Urbanas (AUSA).
Así, el cálculo estimado de recaudación para este año de todas estas contribuciones es de $2.667,9 millones. Si se divide esa cifra por la cantidad de habitantes que tiene la Ciudad, que son 2.890.151 según el Censo 2010, el cociente da unos $923 por habitante.
Como los subtes no están presentes en todas las comunas de la Ciudad, hay habitantes que no pagan las contribuciones de cercanía, con lo cual se podría afirmar que en realidad, los ciudadanos que pagan el Fondo tributan mucho más de $1.000 por año.
La ley que creó el Fondo es la 23.514, y fue votada por el Congreso de la Nación en 1987, más de diez años antes de la autonomía porteña, aunque ninguno de los sucesivos gobiernos que tuvo la Ciudad exigió revisar su contenido.
Por el contrario, siguieron recaudando sin invertir ese dinero en las obras, con el agravante en el caso de Macri, de haber inaugurado solo cuatro estaciones en cinco años (Púan, Carabobo, Corrientes y Parque Patricios), durante el mayor período de bonanza económica que recuerde el país en más de 60 años.
Si bien sus antecesores no descollaron, pudieron inaugurar once estaciones entre 1997 y 2007, teniendo que soportar en el medio la peor crisis de la historia argentina. Este Fondo fue creado por ley para pagar "exclusivamente" obras en la red de subterráneos, como así también para el mantenimiento del material rodante.
El Fondo y el contexto
Es llamativo que el Gobierno de Mauricio Macri haya desconocido un acta acuerdo firmada por él mismo con el Gobierno Nacional en los primeros días de este año, y también decidió ignorar la ley que votó en marzo el Congreso, ordenando el traspaso del subte a la órbita del Gobierno porteño, cuando ahora se conoció la existencia de fondos locales destinados específicamente a esa función. 
La excusa, repetida una y otra vez por los funcionarios macristas, es que hasta que el Gobierno Nacional no aporte el dinero necesario para las obras que se encuentran "pendientes", ellos no pueden cargar con la responsabilidad de tener al subte en sus manos. Sin embargo, el acta acuerdo firmada en enero establecía que el Gobierno Nacional se comprometía a depositar todos los meses el dinero del subsidio que venía recibiendo la empresa, algo que efectivamente sucedió.
Se trata de unos $30 millones mensuales que la administración nacional destina al mantenimiento de un servicio que solo se presta en la Capital Federal. Como si esto no alcanzara, otro de los puntos incluidos en el acta que también se cumplió fue el que consistía en la potestad del gobierno porteño para fijar en forma unilateral las tarifas del servicio, lo cual también se llevó a cabo, apenas 24 horas después del acuerdo, cuando Macri dispuso un aumento de 127% del pasaje, llevándolo de $1,10 a $2,50.
Todo esto podría ser interpretado como parte de una pelea entre dos jurisdicciones que no logran ponerse de acuerdo sobre una cuestión que se encuentra empantanada desde la sanción misma de la ley que le dio autonomía a la Ciudad, de no ser porque el gobierno porteño le cobra a sus ciudadanos un impuesto que va destinado a un fondo que financia obras que nunca se hicieron.

Este fondo fue creado por ley y de una u otra forma pagan casi todos los habitantes de la Ciudad ya que se encuentra presente en distintas contribuciones que los ciudadanos tributan al Gobierno porteño.

Está conformado por la contribución territorial por "cercanía", que pagan en la tasa de ABL todos aquellos habitantes que viven en un radio de 400 metros de alguna estación del subte, que es un 2,4% sobre el total del impuesto.

Además, lo integran un 10% del total de lo recaudado por el impuesto a los automotores (patentes); el 0,03% de la contribución por "mejoras" que pagan los propietarios de inmuebles comprendidos dentro de la zona influencia antes mencionada; y el 5% de la facturación de Autopistas Urbanas (AUSA).

Así, el cálculo estimado de recaudación para este año de todas estas contribuciones es de $2.667,9 millones. Si se divide esa cifra por la cantidad de habitantes que tiene la Ciudad, que son 2.890.151 según el Censo 2010, el cociente da unos $923 por habitante.

Como los subtes no están presentes en todas las comunas de la Ciudad, hay habitantes que no pagan las contribuciones de cercanía, con lo cual se podría afirmar que en realidad, los ciudadanos que pagan el Fondo tributan mucho más de $1.000 por año.

La ley que creó el Fondo es la 23.514, y fue votada por el Congreso de la Nación en 1987, más de diez años antes de la autonomía porteña, aunque ninguno de los sucesivos gobiernos que tuvo la Ciudad exigió revisar su contenido.

Por el contrario, siguieron recaudando sin invertir ese dinero en las obras, con el agravante en el caso de Macri, de haber inaugurado solo cuatro estaciones en cinco años (Púan, Carabobo, Corrientes y Parque Patricios), durante el mayor período de bonanza económica que recuerde el país en más de 60 años.

Si bien sus antecesores no descollaron, pudieron inaugurar once estaciones entre 1997 y 2007, teniendo que soportar en el medio la peor crisis de la historia argentina. Este Fondo fue creado por ley para pagar "exclusivamente" obras en la red de subterráneos, como así también para el mantenimiento del material rodante.

El Fondo y el contexto

Es llamativo que el Gobierno de Mauricio Macri haya desconocido un acta acuerdo firmada por él mismo con el Gobierno Nacional en los primeros días de este año, y también decidió ignorar la ley que votó en marzo el Congreso, ordenando el traspaso del subte a la órbita del Gobierno porteño, cuando ahora se conoció la existencia de fondos locales destinados específicamente a esa función. 

La excusa, repetida una y otra vez por los funcionarios macristas, es que hasta que el Gobierno Nacional no aporte el dinero necesario para las obras que se encuentran "pendientes", ellos no pueden cargar con la responsabilidad de tener al subte en sus manos. Sin embargo, el acta acuerdo firmada en enero establecía que el Gobierno Nacional se comprometía a depositar todos los meses el dinero del subsidio que venía recibiendo la empresa, algo que efectivamente sucedió.

Se trata de unos $30 millones mensuales que la administración nacional destina al mantenimiento de un servicio que solo se presta en la Capital Federal. Como si esto no alcanzara, otro de los puntos incluidos en el acta que también se cumplió fue el que consistía en la potestad del gobierno porteño para fijar en forma unilateral las tarifas del servicio, lo cual también se llevó a cabo, apenas 24 horas después del acuerdo, cuando Macri dispuso un aumento de 127% del pasaje, llevándolo de $1,10 a $2,50.

Todo esto podría ser interpretado como parte de una pelea entre dos jurisdicciones que no logran ponerse de acuerdo sobre una cuestión que se encuentra empantanada desde la sanción misma de la ley que le dio autonomía a la Ciudad, de no ser porque el gobierno porteño le cobra a sus ciudadanos un impuesto que va destinado a un fondo que financia obras que nunca se hicieron.