Para los economistas opositores es sencillo elaborar teorías para criticar las medidas populistas del peronismo y proponer reglas duras para el empleo o los salarios.

Pero cuando se trata de empresarios la cosa cambia porque se mueven en la economía real y tienen que contar cómo les va en sus emprendimientos.

Por eso bastó que Jairo Straccia le preguntara cuánto le paga a sus empleados para que quedara en evidencia.