9.500 víctimas del terrorismo de Estado. No es el número total. Es lo que relevó la embada de Estados Unidos hasta 1979, prueba de que la atrocidad de la Dictadura está en línea con lo que plantean los organismo de DDHH y no con lo que argumentan quienes buscan minimizar el terrorismo de Estado que aplicó el gobierno de facto contra la población civil. 

El número surge de cientos de cables, transcripciones de conversaciones, reportes y notas entre el Departamento de Estado y la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires que "ayudan a clarificar" un importante número de casos de desapariciones y que fueron ahora desclasificados. 

En ellos figuran algunos casos de detenciones a disposición del PEN y hasta confinamientos como el del propio Carlos Menem en Formosa, informó Infobae este miércoles. 

El procesamiento de los archivos estuvo a cargo de un equipo coordinado por Carlos Osorio, director del National Security Archive's Argentina Documentation Project.

El equipo de Osorio produjo 15 documentos que detallan tanto casos emblemáticos de la represión ilegal, muchos de ellos enmarcados en el denominado Operativo Cóndor.

Desde el 2000, que no había una desclasificación de tal magnitud de los documentos. En aquel entonces, el presidente George Bush fue el que lo dispuso. Pero luego, la agencia de inteligencia y el Pentágono rechazaron la solicitud.