Aníbal Fernández se quedó sin la gobernación de la Provincia de Buenos Aires por una operación de prensa en complicidad con la Justicia, sin ningún sustento.

Y a pesar de que los años demostraron la ruindad de la maniobra ni Elisa Carrió, ni Jorge Lanata, ni ninguno de los involucrados hizo un mea culpa o pagó los costos de tal difamación.