Los senadores de Cambiemos quisieron instalar que no podían estar en el recinto porque había fallas en el sistema que utilizan para poder votar.

Martínez aseguró que Bullrich se había tenido que ir a su despacho a votar porque no tenía el dispositivo correspondiente. 

Pero Cristina no se la dejó pasar y le explicó que, como se había acordado, el voto era a viva voz por lo que no se necesitaba ningún dispositivo ni sistema.

El notar que estaba quedando en ridículo Bullrich volvió al recinto pero se siguió quejando hasta que Cristina le recordó que acababa de votar a viva voz, tal cual lo acordado, y le cerró la boca.