Hasta en el Grupo Clarín le piden a Beatriz Sarlo que se haga cargo de sus afirmaciones. La ensayista dijo hace unas semanas que le habían ofrecido darse la Sputnik V y que antes prefiere "ahogarse" por la falta de aire que provoca el coronavirus.

Pese a que toda la comunidad científica ya le dio el visto bueno a la vacuna rusa, la ensayista prefiere sostener su posición que va en contra de lograr salir de la pandemia. Lo curioso es que ahora tiene que decir si realmente alguien le ofreció la vacuna, ya que se trata de un delito.

Pero consultada por Osvaldo Bazán la intelectual prefirió tirarla otra vez afuera.