Se nota mucho, tanto que ya lo único que queda por decir es que las corporaciones no tienen ningún tipo de vergüenza en la doble vara judicial.

Poco y nada cuentan los medios hegemónicos de que Comodoro Py archivó la causa de los chats entre Marcelo D'Alessandro y el mano derecha del titular de la Corte Suprema, en un diálogo donde analizaban cómo beneficiar al macrismo con un fallo. 

Rolando Graña, uno de los pocos periodistas que le echa luz al tema, visibilizó que el fiscal Carlos Stornelli actuó muy distinto con el caso de las fotocopias de Centeno que exponía la supuesta corrupción K.

Mientras la causa de D'Alessandro se cerró enseguida porque no se pude usar información ‘filtrada’, con la otra se hicieron años y años de tapas y notas de prensa con la supuesta corrupción que finalmente nunca se comprobó.