Si bien aclaró que no es un hombre de la CGT sino un cuadro técnico, Scervino opinó que su salida de la Superintendencia buscó ser "un mensaje cierto sector de de la dirigencia sindical". 

En diálogo con Radio El Mundo, el ahora exfuncionario, contó que la renuncia se la pidió el ministro de Salud, Jorge Lemus, "dos horas después de la marcha". "No es una decisión de él, sino que le bajaron esa línea y él es el encargado de comunicármelo", aclaró. 

"La prensa en su conjunto dijo que yo era un hombre de la CGT y no hay peor mentira que una verdad a medias. Yo no soy militante del sindicalismo y me voy con mucha tranquilidad por mi gestión", dijo agregó. 

El presidente Mauricio Macri nombró a Scervino en la Superintendencia de Servicios de Salud en el inicio de su gestión en diciembre de 2015, de la mano de José Luis Lingeri, titular del gremio de Obras Sanitarias y funcionario de distintos gobiernos, incluidos los de Carlos Menem y el de Néstor Kirchner, siempre en organismos vinculados a las obras sociales. Scervino, a su vez, era el director de la obra social de Obras Sanitarias.

Macri, devolvió a comienzos de 2016 a las obras sociales 2.700 millones de los 29.000 millones de pesos del Fondo Solidario de Redestribución (FSR), que los tres gobiernos anteriores mantuvieron inmovilizados en una cuenta del Banco Nación. Otros 8.000 millones de pesos se destinaron a coberturas universales para personas en situación de vulnerabilidad, y el resto del dinero se acordó que se saldará en 2020 en bonos.

Scervino sería reemplazado por Sandro Taricco, gerente General del organismo, informó Infobae. Según el mismo medio, Taricco había llegado de la mano de Graciela Ocaña, candidata a diputada nacional del oficialismo.