Ernesto Sanz juega su partido, y su partido en este momento es el posicionamiento de Facundo Manes como la esperanza blanca del radicalismo. 

Claro que para eso es necesario tomar el control de Juntos por el Cambio, lo que no resulta nada sencillo cuando en la interna del PRO Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta pelean palmo a palmo por quien se queda con el manejo del partido.

En su afán de levantar a su candidato Sanz le pegó al Gobierno, como siempre, pero también cayó en la volteada el expresidente de su espacio al que quiere fuera de la contienda para "refrescar la oferta electoral".