Viviana Canosa y Javier Lanari consultaron al vicejefe de gobierno sobre el preocupante crecimiento de casos en las villas.

Más allá de que insisten con llamarlo barrio 31 a pesar de no estar urbanizado, Santilli intentó explicar las causas. Una de ellas sin dudas es lo difícil que resulta mantener la distancia social, otra razón según el funcionario es que fueron a buscar los casos a las zonas consideradas vulnerables pero omitió el pequeño detalle de la cantidad de días que la villa 31 no contó con agua gracias a la desidia de su gobierno y en tiempos en los que recomiendan lavarse las manos varias veces al día.