Son los dueños de los medios hegemónicos y construyeron un imaginario que mucha gente compró, asociando a la gente del campo con personas de enorme bondad y tranquilidad.

La realidad es otra, ya que está repleto de personas violentas -la misoginia y la homofobia están a la orden del día en los pueblos ligados a la producción agropecuaria- y poco respetuosas de las ideas de los demás.

Por eso no extrañó que uno de los ruralistas invitados por Eduardo Feinmann a LN+ dijera livianamente que el Gobierno son "tres mil tipos usurpando la Casa Rosada" y no los representantes de millones de votos que los pusieron en ese lugar.