En una de las zonas más glamorosas de Buenos Aires murieron cinco jóvenes y hay varios en estado grave, intoxicados por algún tipo de droga de diseño comercializadas de manera organizada dentro de un boliche, afectados por la falta de ventilación y el corte del agua corriente. Uno de los que aún pelea por su vida es un adolescente de 17 años. Pero tranquilos. La familia Larreta prometió que rezará para que se salven los afectados.

El fiscal federal Federico Delgado pidió la detención del organizador del evento: "Se montó todo un dispositivo de venta de drogas que tomó un cariz dramático pero real. Baños colapsados, nula ventilación, ambiente sin ventanas y sin ventiladores, altísimas temperaturas, grandes colas de personas para acceder a la compra de botellas de agua (más de una hora de tiempo) las cuales se vendían a 40 pesos.Incluso se llegaban a pagar 100 pesos si en la caja no tenían cambio, robos de botellas de agua y avalanchas en el ingreso y en horario pico producto de la excesiva cantidad de gente que había", indicó. 

"Al menos 6 médicos que prestaron la asistencia sanitaria en el lugar -contratada por el grupo Semec SRL- dijeron que a partir de las 4.30/5 horas aumentó exponencialmente la cantidad de pacientes de gravedad que presentaban signos de intoxicación y que los pacientes les refirieron que habían consumido principalmente pastillas adquiridas en el mismo evento. Es inevitable pensar en Cromagnon", agregó.

La máxima autoridad de la Ciudad escribió dos párrafos en su cuenta de Facebook: uno para agradecerle a los médicos del SAME y otro, expresando las condolencias a las familias de los fallecidos. Sobre las irregularidades mencionadas, sobre la sospecha de protección por parte de la Prefectura o sobre cómo se efectuaron los controles correspondientes de parte de la Ciudad, ni noticia.