Las cárceles provinciales, a junio pasado, contaban con 28.810 plazas y alojaban a 42.064 internos, mientras que las comisarías, con 1.021 lugares en sus calabozos, reunían 3.539 detenidos.
Por otro lado, todos los años ingresan en el sistema penitenciario casi 4 mil nuevos reos, con lo cual, para el juez Eduardo Eskenazi, la situación está colapsada, viola los derechos de las personas privadas de la libertad, con “serios peligros para la vida y la integridad física de las personas”. El magistrado ordenó la conformación de un comité de crisis para intentar mejorar la situación.