La manifestación comenzó con una puesta artística frente al consulado de Brasil en Buenos Aires, llevado a cabo por residentes brasileños en el país y tuvo el apoyo de cientos de personas que repudiaron el golpe institucional y marcharon por las calles de la ciudad con carteles pidiendo la salida de Michel Temer.

Con el apoyo explícito de La Cámpora y otras agrupaciones políticas y sociales, los manifestantes destacaron la importancia de la unidad latinoamericana a la hora de denunciar este tipo de golpes institucionales. 

También se propuso una audiencia pública en repudio al apoyo explícito de Macri al golpe en Brasil y para reclamar que el Congreso argentino repudie formalmente ese proceso ya que a Dilma "no se la ha acusado formalmente de ningún delito sino que sólo se le cuestiona una medida administrativa".

Además exigieron que se aplique la cláusula democrática del Mercosur y que ningún país de la región reconozca el gobierno ilegítimo de Michel Temer.